ANOCHE TUVE UN SUEÑO
ANOCHE TUVE UN SUEÑO... ALBERTO J. MERLANO A. MARZO – 2000 Estaba con Dios y le pedí me concediera lo que le pidiera. - Con mucho gusto me contestó, lo que solicites te lo daré siempre y cuando contribuya a tu evolución y no afecte la de otras personas. - Quiero que la que se fue me ame como antes y con solo pensarme se erotice todo su ser. - No, me respondió. Sería violar su libertad, si ha de regresar a ti debe hacerlo desde su autonomía, descubriendo en el camino de la experiencia que te ama y desea lo suficiente, para querer permanecer a tu lado el tiempo que les sea concedido; no porque yo, a solicitud tuya, así lo programe. - Deseo conocer cómo va a evolucionar mi relación con ella para poder manejar mejor mi vida presente. - Tampoco, me dijo. Te privaría de aprender a manejar la ambigüedad y a amar sin poseer. Esa opción mataría en ti la esperanza si